I
Atardece
II
Cae
el sol en las hojas que ha permitido el otoño
III
La tarde susurra
otro sol y su luz trepa
hacia el dorso
de los pájaros
IV
En la corona del viento
Atardecen silencios
V
La tarde ira renunciando ventanas y pájaros.
VI
Huérfano de arboles sucede el viento
VII
Cae
el silencio mirlo
entre las hojas
VIII
Suena la boca
en el otoño
de levar un dios
cuando disminuye la tarde
IX
Otro sol ácimo
en la oscuridad
de las ventanas
X
Las aves
increpan
contra cualquier viento
XI
El árbol
-hoja tras hoja-
Irá besando los pájaros ciegos
XII
Nuevamente atardece
En la mueca
de los árboles
XIII
Contra el silencio de los pájaros
si ha vencido la lluvia
XIV
El nido no oficia de sol
XV
¿Por que
no urdir aves
con lo que sobra
de sol?
XVI
Ante el amarillo
furioso
el pájaro
atardece
y
llueve
Llueve
XVII
Suena el sol
Y es otro paso
u otra tarde
XVIII
Coagula el sagrario de la lluvia
XIX
Suena la omisión
de rezar arquitecturas
en la piel de los pájaros
XX
Un árbol se cubre los hombros
con calor de pájaro
y en verde silencio
seduce pétalos
que destejen
el otoño baldío
XXI
¿Caerá la afonía del ave
que bautiza
el canto crudo
de los nidos?
XXII
¿Arrancara el árbol
la tarde
de sus propias hojas?
XXIII
¿Será el viento capaz para tardes ciegas?
XXIII
¿La tarde forjará los arboles?
XXIV
Hastiados de tanto pájaro
¿Quién
acuña
las gotas?
XXV
Hastiados de tanta lluvia
¿Quién
brinda la tarde
y su quimera de sol?
XXVI
La tarde enseña
pájaros que rezan:
“Contra el dolor
contra la mentira
Contra el recuerdo
que retoza anclas
Contra el espejo goteando suelo donde repta sin veneno
contra el beso equivocado que no llena y el tiempo que borda maderos
contra pechos de fantasmas que hacen cuartel
Contra lo que no diluye la proyección esquelética
mandatos que derraman
besos de Judas
Contra el llamado que solo verifica si tal vez
Contra la mitad del mareo sin naufragio
contra lo que duerme afuera sin enfermería
y sin tacto
Contra la ventana que no deja salvarnos de sol
Contra la inocencia y su lago de sangre”
XXVII
¿Mana la tarde del nido que no oficia de piel?
XXVIII
Cae
la lluvia
Pero la tarde insiste
pájaros que invocan:
“Contra la necesidad de cerrar los párpados y corregir el mundo
la estupidez de coleccionar espectros
de los blancos que hemos decidido
negro
Contra lo que no es, ni lo que va a ser
ni aquel desamor que desvaina la premura de volverse esperma
Contra toda prisa de abrazos
que velen calvarios empujados
Contra el agua y la poca afición de nadar
contra el retazo de gestos
sin método
sin políticas correctas
Contra la bestia que nos deja encerrados
Contra la sonrisa vencida de calles que anuncian rieles
contra los nombres donde nos acomodamos a esperar”
XXIX
¿Cae
la tarde contra
el vuelo de los pájaros?
¿Se inunda de espejos
el nido de los ojos?
XXX
¿Cae
El torrente que esclaviza
de párpados la tormenta?
XXXI
La lluvia
enluta la tarde
y
admite su niño gris
XXXII
Cae
el sol en las hojas que ha permitido la lluvia
Y el pájaro silba:
“Nada
que no quede nada
ni la bronca
ni su nido afónico
Que suceda naciente
el segundo
de aire virgen
en
la boca”
XXXIII
En la corona del viento
Atardecen lluvias
XXXIV
Una vez más la tarde ira renunciando arboles y viento.
XXXV
La lluvia ahora susurra
y su voz
trepa
hacia el dorso
de los árboles
XXXVI
Tal vez
solo
atardece

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